Cuando todo era seguro.
Cuando todo era seguro,
deseé que aparecieras,
y apareciste en el azar,
con tu aureola de dolor
y de nostalgia.
-Aquella que engalanaste
como la Perla de tu Alma-.
Quizás el tiempo te diera la razón
a ti
en mi corazón,
por eso hoy el mundo me traspasa
y él es mi dueño.
Por eso hoy amo,
y no es a ti.
(A una rama de canela
añádele alas,
tendrás una mariposa)
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